En la actualidad somos sobrepasados una y otra vez con pensamientos que nos dirigen al pasado ya al futuro y poco nos enfocamos en el presente. Es en estos momentos en los que la meditación, llega como una herramienta de gran utilidad para vivir el hoy.
Quizás has escuchado que la meditación es beneficiosa para muchas cosas, pero, ¿Te has detenido a pensar las maneras en las que esta práctica puede llevarte a centrarte en tu presente llevándote a tener un pensamiento más claro y enfocado?
La meditación como guía del momento presente
Comencemos por comprender que la meditación es una práctica mental que te permite enfocarte en el hoy; es decir, en el momento actual, ese que olvidas por divagar recordando el pasado y soñando con lo que te depara el futuro.
El hoy como momento más importante, te permite aceptar lo que puedes hacer para mejorar tu realidad, tomando decisiones que pueden mejorar significativamente eso que tanto te preocupa.
La meditación te permite enfocarte en el momento presente y te hace consciente de los acontecimientos tanto internos como externos. Es un camino apasionante que te conecta con tu interior y te abre la posibilidad de experimentar sin juicios desde un enfoque de curiosidad y apertura.
Ansiedad: Una de las peores consecuencias de no vivir el presente
¿Te ha pasado que vas a una entrevista de trabajo y llegas sudando, agitado y con la piel fría? Esto se debe a la ansiedad acumulada en tu ser ante las expectativas que llevas en tu mente: ¿Me darán el empleo?, ¿Estaré a la altura si me contratan? ¿Y si luego me despiden?.
Todas esas interrogantes que pasean en tu mente no son más que el reflejo de tus temores dirigidos a un futuro que no sabes cómo llegará. Por lo tanto, ¿Para qué te angustias?. El mismo ejemplo puedes adaptarlo a diferentes situaciones de tu vida y el resultado será siempre el mismo.
La ansiedad por el futuro puede llevarte a padecer de problemas de salud; e incluso, puede comprometer tu sistema inmune. Si sientes palpitaciones, dolor de estómago frecuente, preocupaciones excesivas, tensión muscular y problemas para conciliar el sueño, es posible que estés padeciendo ansiedad por el futuro. Veamos los beneficios de la meditación para mejorar en este sentido.
Beneficios de la meditación
La meditación puede ser beneficiosa para tratar la ansiedad de varias maneras; razón por la cual, si sospechas que estás generando ansiedad, puedes recurrir a ella como método natural para hacerle frente. Algunos de los beneficios de la meditación para tratar la ansiedad incluyen:
Reducción de los síntomas: La meditación puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad, como la preocupación excesiva, la inquietud y la irritabilidad.
Relajación de la mente: La práctica regular de la meditación puede ayudar a calmar la mente y reducir los pensamientos negativos y estresantes que contribuyen a la ansiedad.
Mejora de la capacidad de respuesta: La meditación puede ayudar a desarrollar una mayor conciencia y control sobre los pensamientos y emociones, lo que permite una respuesta más calmada y equilibrada ante situaciones estresantes, llevándote a cultivar la resiliencia.
Reducción de la activación del sistema nervioso: La meditación puede ayudar a reducir la activación del sistema nervioso simpático, que está asociado con la respuesta de lucha o huida, y promover la activación del sistema nervioso parasimpático, que está asociado con la relajación y la calma.
Mejora de la calidad del sueño: La meditación puede ayudar a reducir la ansiedad que puede interferir con el sueño, lo que a su vez puede mejorar la calidad del sueño y reducir la fatiga y el estrés.
Cómo meditar en sencillos pasos si nunca lo has hecho
Lo primero que debes tener presente es que la meditación requiere práctica y paciencia. No te preocupes si tu mente se distrae o si te resulta difícil mantener la atención en la respiración al principio. Con el tiempo, la práctica regular, puede ayudarte a desarrollar una mayor capacidad para manejar la ansiedad, vivir el presente y cultivar la calma y la claridad mental. Aquí tienes un ejemplo de cómo puedes realizarla:
Encuentra un lugar tranquilo y cómodo donde puedas sentarte o acostarte sin distracciones.
Cierra los ojos y lleva tu atención a tu respiración. Observa cómo el aire entra y sale de tu cuerpo, sin tratar de cambiarlo.
A medida que respiras, nota las sensaciones físicas que acompañan a la respiración. Puedes prestar atención al movimiento del abdomen o al flujo del aire a través de las fosas nasales.
A medida que surjan pensamientos o emociones, simplemente obsérvalos sin juzgarlos y déjalos pasar. No te apegues a ellos ni te dejes llevar por ellos.
Si te das cuenta de que tu mente se ha distraído y ha comenzado a divagar, suavemente vuelve tu atención a la respiración.
Continúa practicando esta atención plena durante unos minutos, permitiendo que tu mente se calme y se enfoque en el presente.
Cuando sientas que estás prestando un exceso de atención a las cosas que piensas que van a ocurrir, tómate unos minutos y práctica este tipo de meditación, sencilla, pero eficiente.
Tipos de meditación
Existen diferentes tipos de meditación, cada uno con enfoques y técnicas específicas. Una vez que comienzas a practicar, notarás cambios positivos en tu vida, así que dedícate el tiempo necesario para practicarla. Algunos de los tipos más comunes son:
Meditación mindfulness: se enfoca en prestar atención plena al momento presente, observando los pensamientos, emociones y sensaciones sin juzgarlos.
Meditación guiada: se utiliza la voz de un guía o instructor para dirigir la meditación, proporcionando instrucciones y visualizaciones. En YouTube, puedes acceder a algunas que son realmente efectivas.
Meditación transcendental: se basa en la repetición de un mantra personal durante la meditación para alcanzar un estado de conciencia profundo.
Meditación en movimiento: combina la meditación con actividades físicas como el yoga, el tai chi o caminar conscientemente.
Meditación vipassana: se centra en la observación de la realidad tal como es, cultivando la atención plena y la comprensión profunda de la experiencia presente.
Ahora que sabes que la meditación puede ser de gran ayuda para vivir el presente y evitar la ansiedad, ¿Has decidido practicarla?
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